Gracias a la acertada iniciativa por parte del actual rector, Padre Víctor Manuel Leguízamo Díaz, el primer paso con miras a la celebración del bicentenario de la fundación del Colegio de Boyacá, se dio en la dirección de generar una marca, resaltando sus atributos y respectiva configuración arquetípica. De igual manera se abordó la resolución gráfica, gracias a un concurso abierto para estudiantes de Diseño Gráfico de la Universidad de Boyacá, del cual tuve el gran honor de participar como jurado. Citando el acta, "La propuesta del estudiante Sergio David Villagrán, resuelve la consigna propuesta y actualiza de forma equilibrada la Identidad del Colegio de Boyacá, en una solución brillante, no transgresora, ni radicalmente cambiante; por el contrario, asume con honestidad y criterio suficiente el actual logotipo como algo virtuoso que merece la pena conservar, puliendo de manera puntual sus rasgos distintivos sin que ello signifique un cambio radical, lo cual facilita su actualización y transición hacia una nueva imagen, a lo que se suma la recomposición en el espacio reticular, que se armoniza con una tipografía que morfológicamente corresponde de manera adecuada al isotipo". - Jairo Bonilla, jurado.

​

Como allí se cita, la imagen ganadora es una actualización del logotipo anterior, que se apropia de elementos emblemáticos para los boyacenses: a la izquierda se encuentra una síntesis visual del monumento en honor a los catorce lanceros y la Batalla del Pantano de Vargas, de la cual fueron héroes, diseñado y construido por el artista Rodrigo Arenas Betancourt. En el tercio medio se ubica una síntesis del Obelisco del Puente de Boyacá, erigido como homenaje a los héroes de la Batalla de Boyacá, con la cual se selló nuestra independencia. En el tercer tercio, a la derecha, aparece una variación en espejo del primero, de menor dimensión. En su conjunto, los tres elementos configuran las letras "C" y "b" (Colegio de Boyacá). Finalmente, a esta nueva versión del logotipo se le añade la leyenda con la fecha de fundación del claustro, "17 de mayo de 1822".

​

En tanto se ponía apunto el aspecto gráfico desarrollando el respectivo Manual de Identidad Visual, asumí el desarrollo de la Arquitectura de Marca, en cuyo brief, trabajando junto con el diseñador gráfico Federico Rossi, derivamos dos posibles conceptos estratégicos. El primero, "La Fraternidad del Humanismo" que hace referencia la formación integral del ser humano en todas sus virtudes, buscando un balance entre el conocimiento que otorgan las letras y la ciencia a la par de las virtudes que reúnen las artes y el deporte, un rasgo característico del Colegio.

El segundo, apuntaba al contexto histórico y su permanencia en el tiempo, "Legado que permanece", siendo este último el elegido por la pertinencia para la efemérides. Posteriormente, en deliberación con el Padre rector, se decide asumirlo además como slogan (algo que puede suceder en el proceso de construcción de la Arquitectura de Marca), quedando finalmente: "Colegio de Boyacá, 200 años. Legado que permanece". 

Sin duda los hallazgos e importantes observaciones alrededor de la arquitectura dieron pie para la finalización de los elementos gráficos y por supuesto, de la Identidad Sonora, enmarcada en el contexto del bicentenario.